Por favor, no lo haga Papa
Mateo 16: 15-19
El texto, posterior, quiérase o no, tiene ese santo perfume de buena reputación de sus hermanos por él, incluyendo al autor del evangelio. Pedro fue quien inauguró el ministerio del Espíritu Santo el día de Pentecostés, como si tuviera las llaves de la casa de Dios, "y tú eres Pedro y a ti te daré....." que no tiene nada que ver con comunión y excomunión, con perdonar pecados y absolverlos, sino con el trabajo misionero que estuvo llamado a comenzar, con la autoridad espiritual que se le confirió como evangelista, como si por su palabra, igual que Elías, le fuera dado abrir y cerrar el cielo.
Para Elías indican su éxito en la oración, para Pedro su éxito en la predicación y no un bautismo sacerdotal. La edificación de la iglesia es equivalente a la formación de la iglesia y las puertas del Hades no es el mítico Purgatorio sino las puertas de la muerte, el mundo, el pecado, el imperio del diablo, que no podrían evitar que el reino de ella se extendiera por dentro del suyo.
Sin embargo, aunque Mateo no esconde el lugar importante que el Señor le dio al frente de la iglesia, para templar un poco sus palabras y que no se tomen con exageración, más adelante narra cómo el mismo Señor le dijo: "Apártate de mi Satanás, me eres tropiezo" (16: 23).
Todo eso está claro, igualmente que el Señor no le dijo: "Tú eres Pedro y sobre ti edificaré mi iglesia". No, lo que quiere decir es que edificaría una iglesia creyente en él como el Hijo del Dios viviente, el Cristo; y el Hijo de Dios. Y así ha sido, los judíos siempre han negado que Jesús sea el Cristo, pero la iglesia ha sido edificada sobre esa creencia y por eso es una rama separada de un mismo tronco. No descalifique a Pedro que fue un buen apóstol pero no lo haga Papa que no le hace ningún favor.
“Respondiendo Simón
Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.
Está bien clara en
el texto una grande admiración hacia Pedro, una admiración sustentada por
las mismas palabras del Señor y por la popularidad que las bendiciones le
trajeron en los primeros años de formación de la iglesia. Estas palabras no
fueron escritas por Mateo inmediatamente que las oyó del Señor; reflejan
también el aprecio de la iglesia por el ministerio de Pedro.
El texto, posterior, quiérase o no, tiene ese santo perfume de buena reputación de sus hermanos por él, incluyendo al autor del evangelio. Pedro fue quien inauguró el ministerio del Espíritu Santo el día de Pentecostés, como si tuviera las llaves de la casa de Dios, "y tú eres Pedro y a ti te daré....." que no tiene nada que ver con comunión y excomunión, con perdonar pecados y absolverlos, sino con el trabajo misionero que estuvo llamado a comenzar, con la autoridad espiritual que se le confirió como evangelista, como si por su palabra, igual que Elías, le fuera dado abrir y cerrar el cielo.
Para Elías indican su éxito en la oración, para Pedro su éxito en la predicación y no un bautismo sacerdotal. La edificación de la iglesia es equivalente a la formación de la iglesia y las puertas del Hades no es el mítico Purgatorio sino las puertas de la muerte, el mundo, el pecado, el imperio del diablo, que no podrían evitar que el reino de ella se extendiera por dentro del suyo.
Sin embargo, aunque Mateo no esconde el lugar importante que el Señor le dio al frente de la iglesia, para templar un poco sus palabras y que no se tomen con exageración, más adelante narra cómo el mismo Señor le dijo: "Apártate de mi Satanás, me eres tropiezo" (16: 23).
Todo eso está claro, igualmente que el Señor no le dijo: "Tú eres Pedro y sobre ti edificaré mi iglesia". No, lo que quiere decir es que edificaría una iglesia creyente en él como el Hijo del Dios viviente, el Cristo; y el Hijo de Dios. Y así ha sido, los judíos siempre han negado que Jesús sea el Cristo, pero la iglesia ha sido edificada sobre esa creencia y por eso es una rama separada de un mismo tronco. No descalifique a Pedro que fue un buen apóstol pero no lo haga Papa que no le hace ningún favor.
Oh, mi última entrada va precisamente de eso.
ResponderEliminarÚltimamente estoy debatiendo en un blog católico por qué María no puede ser coredentora, ni Mediadora de las Gracias, ni tantas otras cosas que el catolicismo se ha sacado de la manga.
No es fácil porque mientras que es muy sencillo debatir con reformados, es muy complicado hacerlo con católicos.
En efecto, si el reformado tiene una creencia errónea, es muy sencillo -a la luz de la Palabra- hacerle ver las contradicciones en las que incurre.
No obstante, con el católico no es así.
Si el católico ve que en la Biblia pone A, pero en su catecismo pone B, el católico se aferrará a B.
Son casi tan sectáreos como los testigos...
:|
Renton. Es interesante lo que dices. Una pregunta que me he hecho sobre muchos evangéicos españoles, en sentido general, ¿muchos le tienen miedo a la sociedad? No es tu caso. Quiero decir ¿al catolicismo y secularismo? Tienden a evangelizar la sociedad pero contemporizando y con demasiada discreción. Eso también ocurre frecuentemente aquí en usa. Lee la entrada “Si quiere ser cristiano, pórtese como un hombre”.
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