El Retrato de Dorian Gray, del autor Oscar Wilde
(copiado)
En esta novela, Oscar
Wilde (1854-1900) indaga sobre el mito de la eterna juventud, al recrear el
tema de un pacto diabólico para conservar la belleza y permanecer eternamente
joven. Un pintor queda fascinado por la
extraordinaria hermosura de Dorian, su joven modelo, que vive en plena era
victoriana satisfaciendo todos sus deseos, sin límites ni prejuicios. El pintor
declara que sería dichoso si Dorian pudiese permanecer para siempre exactamente
como es. Este deseo se traduce en un pacto que lleva a Dorian a cometer todo
tipo de atrocidades, hasta llegar al crimen. A medida que se desarrolla la
novela y que el protagonista se sumerge en el vicio en contraposición con el
desesperado anhelo de eterna juventud, se presiente un final terrible. "Con
frecuencia, al volver a su casa después de alguna de aquellas prolongadas y
misteriosas ausencias que provocaran tan extrañas conjeturas entre sus amigos
-o que por tales se tenían- subía a paso de lobo la escalera hasta la cerrada
habitación, abría la puerta con la llave que nunca le abandonaba, y allí, en
pie frente al retrato obra de Basil Hallward, con un espejo en la mano, miraba
alternativamente el rostro perverso y envejecido del lienzo y la faz joven y
hermosa que le sonreía desde el cristal. La misma violencia del contraste
avivaba su deleite. Cada día se sentía más enamorado de su propia belleza, más
interesado en la corrupción de su alma".
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