El que va contra la cultura social perece, es mentira

DEUTERONOMIO 7:1-9

“Siete naciones más grandes y poderosas que tú”. 

Aunque el mal parezca más poderoso que el bien, éste ganará. La fe vence al mundo. Las “naciones” que viven en el territorio de tu naturaleza humana son más poderosas que tú; no podrás vencer al cananeo que habita desde la caída de Adán a menos que seas una nueva criatura y cuentes con el poder de la resurrección de Cristo dentro de ti, “y el poder de su resurrección (Flp. 3:10). Por otra parte, estas naciones representan la cultura actual, son siete, completas, “más numerosas y poderosas” que el pequeño Israel, pero no más grande y poderosas que Aquel, “Dios, el Dios fiel” (v.9). ¿Dicen que quien va contra la cultura perece? Eso es mentira. No hay que hacer alianza con ella sino transformarla, no contextualizar con sus ídolos y filosofías sino destruirlos y llevarlos cautivos a la obediencia a Cristo (2 Co. 10:5). Es un argumento de engañabobos usar las obras de la gracia y del servicio al prójimo, para adquirir un nivel o estatus de aceptación social, y después de eso hacerles ofrecimientos de ventajas cristianas en la supuesta aceptación de la fe y la imitación de Cristo, con poquísimo arrepentimiento y muchísimas ventajas de la nueva vida. Eso no es precisamente evangelizar a la sociedad, sino una forma de engatusarla; y llevarse para el testimonio cristiano el crédito de la gracia. Es cierto que las buenas obras respaldan la Palabra de Dios, pero no la sustituyen, porque “agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación” y “la fe viene por el oír quiere oír la palabra de Dios”.