Es ridículo decir que la Biblia es un libro de ciencia, pues es un libro de fe
JOB 26:7,10,14; Ge.1:2.
“El extiende el norte
sobre vacío, cuelga la tierra sobre nada.
Puso límite a la superficie de las aguas, hasta el fin de la luz y las
tinieblas. Ha trazado un círculo sobre la superficie
de las aguas”.
La palabra
que usa es “compás” o círculo. Redonda ¿no? Esta traducción suena mejor dentro
del tono del contexto. Estas palabras si quieres las puedes entender como dos
“revelaciones científicas” (si se pudieran combinar ambas palabras); una, el
vacío en la parte norte del cosmos, un foso muy oscuro, sin nada, según afirman
algunos científicos; lo otro, la tierra que flota en el vacío sin apoyo ninguno
ni nada que la sostenga sino las leyes de Dios. Más adelante habla de la
atmósfera, “al dar peso al viento, y poner las aguas por medida” (28:25). En
otra parte hay algo parecido. Palabras del profeta Isaías parecen indicar que
el Espíritu, indirectamente y como por descuido incidental, revela que la
tierra es redonda y no plana como decían en tiempos pasados “Él está sentado
sobre el círculo de la tierra” (40:22).
Pero sería
ridículo afirmar que la Biblia es un libro de ciencia pues es un libro de fe; y
el lenguaje que escoge el Espíritu es más bien sencillo. Es cierto que la
tierra parece flotar colgando, no de una cuerda sino de la mano divina. Y como
tiene un movimiento de rotación sobre un “eje imaginario”, también tiene un
movimiento de traslación sobre una mano no imaginaria sino la de Dios. O si
quiere variar el invento, imagínese un campeón de baloncesto dándole vueltas a
su pelota en la punta de un dedo. Lo que en el otro caso es el Dedo de Dios. Y
si el aire pesa los electrones también, y los fotones, ¿por qué no? Yo de eso
sé poco, pero de lo que sí se más es del “del peso del pecado” que me asedia y
de la carrera que tengo por delante (He.12:1). En realidad. las notillas
científicas de la Biblia me sacan una sonrisa de admiración, pero las promesas
de Dios, como a la señora Sara, me hacen reír y a cualquiera que las lea se
reirá conmigo (Ge.21:6). Libros de ciencia hay otros, y de fe la Biblia.
Comentarios
Publicar un comentario