RESCATANDO EL EVANGELIO
Predestinación…
“Calvino es
muy conocido por muchos debido a sus enseñanzas teológicas acerca de Dios,
redención, la doctrina de la providencia. Las doctrinas de Calvino en relación
a la predestinación surgen en su contexto de preocupación pastoral. Calvino
entendía que su pueblo necesitaba ayuda en tiempos difíciles, y para ello
necesitaba entender la forma en que Dios obra en este mundo. Aunque Calvino era
muy pesimista en relación a lo que tiene que ver con la naturaleza humana, sí
se mostraba muy optimista en relación con los propósitos de Dios. Así fue como
escribió, “en cada momento de tinieblas que asusta al pueblo de Dios aparece
esta doctrina no solamente como algo útil sino también como un fruto muy dulce”.
“La
doctrina comienza cuando Calvino reflexiona del por qué algunos son salvados y
otros se pierden. Estudiando la Escritura aprendió que cada hombre y mujer está
igualmente muerto en delitos y pecados; y que nosotros somos por naturaleza
hijos de ira, y que nadie en lo absoluto busca a Dios. Eso quiere decir que
para que una persona pueda ser salvada Dios tiene que darle vida a ese cuerpo
muerto; Dios mismo también tiene que vencer la ceguera del corazón humano y
hacer lo que el hombre mismo no puede hacer. Por lo tanto, la razón por la cual
algunos creen y otros no creen hay que encontrarla no en nosotros, porque
igualmente todos somos ciegos y estamos muertos, debe ser hallada entonces en
Dios. Aquellos que el Todopoderoso elije son resucitados y obtienen el don de
la vida eterna.
“Aunque
Calvino, para mi conocimiento, no usó esta ilustración, pienso que muy bien él
podría haberla aprobado. Cuando Cristo se acercó a la tumba de Lázaro, él no le
preguntó a Lázaro si él quería ser levantado de los muertos, porque Lázaro era
incapaz de tomar alguna decisión al respecto. Jesús tomó la decisión en lugar
de Lázaro y le ordenó a él que fuera resucitado. Así de esta manera dijo
“porque el Padre al que quiere da vida y ha concedido al Hijo tener vida en sí
mismo” (Juan 5:21). Por supuesto que en el caso de esta clase de muerte física
la persona muerta no es envuelta en ningún aspecto ni en alguna faceta de su
resurrección. En el caso de los que se hallan espiritualmente muertos, no les
es posible en modo alguno ejercitar alguna clase de fe, sino que solamente Dios
puede hacerlo y darle vida y capacidad para creer. En ambos casos, es Dios
quien hace la decisión de levantar a la persona de entre los muertos.
Justamente comprendido, la doctrina de la predestinación es la base de mucha
seguridad. Y que en lugar de debilitar la fe lo que hace es confirmarla. Cuando
una persona está convencida de su elección eso la motiva a continuar hacia
delante con perseverancia.
“También
la doctrina de la predestinación en vez de apagar el celo evangelístico lo que
hace es estimularlo. Por el hecho mismo de que nosotros no sabemos quiénes son
los que pertenecen al pueblo elegido por Dios y quiénes no pertenecen, es la
razón por la que se le predica a todo el mundo para que sean salvos. Tenemos la
confianza absoluta de que Dios puede levantar al más vil pecador de entre los
muertos si es que lo elige” (Rescuing the Gospel, pags., 168,169, Erwin W.
Lutzer).
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