Si tienes con qué, sé también un buen profesor de religión cristiana
MATEO 13:52
"Todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a uno
que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas".
Se refiere a los
escribas evangélicos (Mt. 23:34). Cosas que ya sabía; las añejas, las buenas
experiencias sazonadas con el evangelio y con la teología antigua; las grandes
verdades aprendidas en el fondo del corazón, manchadas con lágrimas y sangre,
llenas de suspiros; las verdades del Dios invisible y de la realidad de su
presencia en todos los momentos; de la veracidad de la Sagrada Escritura; las
verdades contundentes que hacen firme nuestra fe y aseguran en el camino
cristiano. Las verdades que por años hemos puesto a prueba y hemos comprobado
que son ciertas; las verdades de la oración; las verdades de la gracia; las
verdades de la providencia; y cosas que recientemente hemos aprendido; los
pensamientos frescos, los nuevos descubrimientos de la Palabra de Dios; las nuevas
instrucciones del Espíritu Santo, los nuevos sellos de aprobación del Señor.
¿Ya ves? Se puede aumentar en conocimientos sin renunciar a la vieja teología.
Yo no quiero ser un doctor sólo de teología moderna, la vieja me complace más y
con ella edifico mi altar de piedras desde Dan hasta Beerseba (Ge.13:4;
Ex.20:25). Si tienes con qué sé también un buen profesor de religión cristiana.
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