Oración de un publicano, no es Leví ni el de la parábola
Señor empezamos el año 2011; primero que todo quiero darte las gracias porque me has hablado "de muchas maneras" especialmente por medio de tu Escritura, y muy pocas veces ha sido para mí un libro sellado, todo lo contrario, ha hecho arder mi corazón de modo que en ocasiones son tantas tus palabras y pensamientos que mi mente flaca no ha podido contener, y ha hecho sino humillarme con gratitud y felicidad.
Gracias por las grandes doctrinas de la salvación. Me quedo mudo como el justo Job porque “soy vil y mi mano pongo sobre mi boca” (Job 40:4) y me deja “asombrado y temblando” al ver que hay tantos millones y millones de pecadores en el mundo, y tantos asuntos miles de veces más importantes que los que tiene esta criatura tuya que soy yo, y sin embargo acerques tu oído en atención cuando de rodillas te invoca. “¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él y el hijo del hombre para que lo visites?”. Tu omnisciencia y omnipresencia y la encarnación de tu Verbo, exceden los límites de mi entendimiento. Es un misterio, que tú llamas “de la piedad”, y es ese interés tuyo en Jesucristo, por mí. Y todo eso por el puro afecto de tu voluntad.
Tu ayuda, Señor, ha sido constante durante todo este año que se acabó, y me has conservado la vida y la salud porque dices "al hombre y al animal conservas"; tu gracia es conservadora, y "has sanado todas mis dolencias", físicas, espirituales y mis dolores morales. Mientras he estado trabajando por la salvación de otros tú has estado sosteniendo mi propia salvación. Todo lo que ha pasado en este año ha sido conducido por ti para el bien de mi salvación y no tengo por qué quejarme de tu providencia sino de la falta de fe demostrada con mis preocupaciones. Has aderezado mesa delante de mí y me has vestido como los lirios del campo.
Cuando pienso en mi elección, doctrina que a otros les causa enojo y horror y a mí me eleva hasta el tercer cielo, me lleva al paraíso, que tú me hayas elegido desde antes de la fundación del mundo, que hayas pensado crearme, morir por mí, salvarme, y cuándo y cómo hacerlo, tal pensamiento "es demasiado sublime para mí", y me quedo como la reina de Saba al ver la sabiduría de Salomón, con la boca abierta y "sin aliento". Y “he aquí más que Salomón en este lugar”, en mi despacho.
La elección para salvación y la predestinación de mi vida, con todo lo que ella ha encerrado, males y bienes, altibajos, inspira mi oración y “alabo la profundidad de tu sabiduría”; y doblo mis rodillas por haber sido conocido desde antes y predestinado para ser “hecho conforme a la imagen de tu Hijo”, y que sea el Primogénito entre muchos hermanos, y yo uno de ellos. Canto tus alabanzas Señor, por eso.
Cuando sé que fui escrito con tu puño y letra en el libro de tu Memoria, junto a una muchedumbre sacada de toda tribu, lengua y nación, y que es incontable, te beso Señor. Dices que me has conocido por nombre y me escribiste mientras que otros no lo han sido, ni conocidos, y les has dicho “nunca os conocí, hacedores de maldad” (Mt. 7:23); y eso “desde la fundación del mundo” (Apc. 13:8). Ese privilegio, como dijo el profeta, me hace correr y saltar como becerro de la manada porque ha salido sobre mí el sol de justicia y “en sus alas traído salvación”.
Y te digo, amén, amén, agradecido, Gracia Soberana, cuando veo que he sido tomado y otro dejado, y que he podido seguir andando en la verdad y crecer en ella porque no es posible que un elegido sea engañado, mientras que otros siguen amontonándose conforme a sus concupiscencias y han apartado de la verdad el odio. A mí me has tomado en preferencia y me has dado ese privilegio, y has hecho conmigo una excepción, y fui conducido por tu benignidad al arrepentimiento y has creado con tu palabra y sostenido mi fe, la de Abram, y cada día que pasa me confirmas más en ella, mientras hay tantos y tantos que son reprobados, entregados a pasiones vergonzosas (Ro. 1:26), los pasas por alto, porque “no es de todos la fe”, y eso a pesar que todavía el evangelio está en el mundo y se los ofreces pero no les interesa ni tu palabra, ni tú, ni la vida eterna porque no creen que tú eres y “cuya porción la tienen en esta vida”, solamente (Sal. 17:14). Pero yo sigo orando por tu Jerusalén, y buscando los que son judíos en el corazón, plantando una iglesia con ellos, y persisto en juntarlos debajo de los brazos de Jesús, como la gallina a sus polluelos, a pesar de mis desánimos, porque sé que hay más elegidos que nadie sino tú conoces, y yo te los pido, y tal pensamiento lejos de desanimarme me hace buscarlos, entre los que están alejados de la ciudadanía de Israel y sin Cristo.
Mucho gozo, humillación y agradecimiento siento por las veces que he visto que has confirmado mi elección y como quien dice habiendo yo pecado, o siendo salvado del pecado. Y me he tenido que arrepentir y pedir perdón por pecados que ya habían sido perdonados. Me ha parecido que me has elegido una, dos, muchas veces puesto que dando ocasión para convertirme en un reprobado eso no ha ocurrido porque tu gracia ha sido perseverante, tu propósito ha continuado hacia adelante conmigo, y has mantenido el significado que has querido darle a mi vida no el que yo he querido, y todo eso aunque “he sido como el caballo y como el mulo sin entendimiento”. Por toda esa misericordia recordada en el año 2010 este pecador “ha hallado motivo para orar delante de ti” (1 Cro. 17:25) y darte las gracias porque “habiendo sido esclavo del pecado ha obedecido de corazón a esta forma de doctrina a la cual fue entregado” (Ro. 6:17). _________________________________
Un ruego, que no te haya hecho daño su oración, eres libre para no decir amén, o para decirlo.
Yo digo amén mientras me imprimo la entrada para leerla en mi iglesia, lol!
ResponderEliminarFeliz entrada de año Humberto!
:D
Feliz año nuevo, Renton. Ya somos dos los que firman con un amén. Dios bendiga tu iglesia.
ResponderEliminarAmen, y amen...!!!!!!
ResponderEliminarNota: Humberto, no sabia que ademas de ser pastor, de envolver tu pensamiento en fino oro de Ofir y asi entregarnoslo,....tambien te dedicabas a cobrar impuestos. :)
un abrazo!!
Felices pascuas y prospero ano nuevo, es una frase comun en esta epoca de fiestas, donde muchos paises del mundo, no conmemorarian sin alas aceitunas, turrones, embutidos, aceites de oliva, quesos manchego, todos productos espanoles, extrenar una ropa espanola en navidad tambien es comun, sin embargo, la mayoria de las personas no desean arrodillarse con ropas nuevas, la carne de cerdo hace que aumente el deseo de la toma del vino espanol, y, ? quien se pregunta que tuvo el homenajeado el dia de su nacimiento ? o mas aun, ? por que el dueno del universo envio sus huestes celestiales a rendir acto de presencia y adoracion publica a aquel nacido con tanta humildad ? si, los caminos de JEHOVA son rectos y uniformes como las riveras de los rios, pienso que algo falta en nuestras logicas, que hacen que nuestros cerebros solo vean los negativos de las fotos de la realidad y el amor. DIOS los bendiga hermanos, feliz ano a todos, y paz con buena voluntad .
ResponderEliminarEduardo, exacto lo que dices con respecto a la fiesta de la Natividad. Vale. penetras que muy bien en el contexto de esa festividad.Parece que Dios ha coronado el año contigo con sus bienes porque tus comentarios indican progreso. Y el Señor quiera ese progreso en pensamiento y espíritu continúe durante todo lo largo de este nuevo año. Felicidades para ti también. Crece hermano, crece.
ResponderEliminarOh, Felipe, yo doro un poquito mis palabras, pero todo lo que brilla no es oro; sin embargo yo he leído tu blog y tus comentarios, sólidos como bloques sacados de las canteras del rey Salomón. Me gusta tu amorosa franqueza. Me faltó decir en el título de su entrada que el autor es un "ex", publicano.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, querido hermano.