¿Cristo murió por cada persona o por su Iglesia?
"Me parece escuchar a alguien decir, "¿usted nos está queriendo decir que ese sacrificio que ha predicado lo ha tomado en forma literal? Solemnemente afirmo que así es. De veras que hay en el mundo muchas teorías acerca del sacrificio de Cristo. Pero realmente no puedo ver sacrificio alguno, excepto en la doctrina de la sustitución. Muchos autores de la Biblia dicen que Cristo hizo algo en la cruz para permitirle a Dios ser justo, y además el justificador de los impíos. Esta personas creen que el sacrificio de Cristo fue hecho para todo el mundo; y de esta forma solamente es un sacrificio justo. Creen que Judas pudo haberse beneficiado de ese sacrificio tanto como el apóstol Pedro; creen que los condenados en el infierno también recibieron en vida la satisfacción del sacrificio de Jesucristo como lo salvados que se encuentra en el cielo. Y aunque no lo dicen a pesar de que Cristo murió por ellas están condenadas en el infierno. Esta clase de sacrificio yo lo rechazo completamente. Quizás me pudieran tildar de antinomiano o de calvinista por predicar desde el púlpito sobre un sacrificio limitado, una expiación limitada, pero prefiero creer en esa clase de sacrificio con una expiación limitada que es eficaz para todos aquellos por los cuales se hizo que creer que su eficacia depende de la voluntad humana.... Y aunque se le llame limitado se dice que el sacrificio de Cristo ha servido para redimir, y eso lo dice en el libro de Apocalipsis, donde han sido salvadas multitudes que nadie puede contar".
(Charles Spurgeon, Sermons, vol. 4; pag. 70).
Alabado sea el Senor que por el beneplacito de su voluntad se fijo en este miserable pecador y me escogio desde antes de nacer,y no se porque a mi,bendito sea su nombre.
ResponderEliminarGracias pastor.
Juanantonio, ambos nos gozamos en lo mismo. Incomprensible y profunda gracia!
ResponderEliminarAngeles que no vemos, influyen en nuestro cerebro, demonios que no necesitamos, tambien inclinan nuestras ideas en el sentido opuesto a la justicia, ellos saben entrar a nosotros ; pero con la conviccion de la existencia de DIOS y la instruccion BIBLICA que tenemos, podemos inclinar la balanza hacia la justicia DIVINA, porque la decision es nuestra y esta fuera del control de ambos grupos.Doblar rodillas y clamar a JEHOVA, del tiempo no tenemos control, pero de la intensidad y frecuencia de oracion SI, de manera que, o insistimos en DIOS o nuestra caida es inevitable. DIOS nos aumente la FE y tenga piedad de nosotros.
ResponderEliminarHace poco, en uno de mis interminables debates con católicos, le argumenté a uno que en la cruz, Jesús debía estar pagando los pecados de alguien, debía estar ocupando el lugar de alguien concreto.
ResponderEliminarLa razón lógica de esto es que si Jesús estaba ofreciéndose a sí mismo por toda la humanidad, en espera de que algunos de los miembros de esta respondieran, Dios estaría cometiendo una injusticia.
Por qué?
Porque Dios debe castigar el pecado en el hombre, pero -en Justicia- debe castigarlo una vez, pues en caso contrario sería Injusto.
Si Jesús estaba pagando el pecado de toda la humanidad para abrir un posible camino, Dios estaría castigando algunos pecados dos veces.
La primera en la cruz sobre Jesús.
Y la segunda tras la muerte de aquellos que no se hubieran acogido a la oferta de Salvación del Hijo.
Pero no, una vez, los pecados solo pueden pagarse una vez, de ahí que el sacrificio de Jesús fuera el último y suficiente.
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Renton, es justo lo que argumentas. Pero es sencillo: La Biblia dice que murió por la iglesia, se entregó “a sí mismo por ella” (Efe. 5:25); a no ser que quiera agregar “no únicamente por ella” o “especialmente por ella”; pero como el contexto habla de un matrimonio entre un hombre y una mujer, eso equivaldría a decir que el marido amó “especialmente a su esposa” indicando que tiene un harén o por lo menos es bígamo.
ResponderEliminarLa mejor interpretación del sacrificio de Cristo la tiene Pablo y él en su epistolario se concentra siempre en la iglesia no en “los de afuera” (1 Co. 5:12); a los de la iglesia llama “santos” “escogidos”. Que Cristo murió sólo por su iglesia es un asunto de interpretación bíblica y no de filosofía o humanismo. Nunca les dijo a sus iglesias que tuvieran compasión por los inconversos porque “por ellos murió Cristo”; siempre les dijo que estaban condenados y que pertenecer al “Cuerpo de Cristo”, la Iglesia, era esencial para estar seguros de la salvación. Pertenecer a la Iglesia es un privilegio. Decirle a alguien que vive como un demonio que Cristo murió por él, es adularlo y equivocado, evangelizarlo engrandeciendo su autoestima, ir al revés de la salvación. Eso dana el evangelismo.
Lo que hace acudir al mundo a la iglesia no es decirle con engañosa compasión que Cristo murió por ellos sino que murió por su Iglesia y mientras no se hallen en Cristo y sean “añadidos” a la Iglesia no han de ser salvos. Nadie puede ser salvo fuera de la Iglesia. Pero los arminianos no se lo dicen al mundo porque tienen miedo y quieren ser “razonables” “humanos” aunque no sean bíblicos ni paulinos. Esa teología que Cristo murió “por cada persona” daña el evangelismo, es poner la cruz en las manos de impíos y que ellos hagan con ella lo que bien les pareciere. No hay temor de Dios en esa teología sino gloria humana, orgullo, rebeldía y endurecimiento. El pecador tiene que ser espantado por su condenación y que sepan, por conciencia, lo que significa tener “una salvación tan grande” porque los ángeles se alegran en el cielo de que huyan de una “condenación tan grande”. Repito: Pertenecer a la Iglesia es un altísimo privilegio, un inmerecido honor que nos hace gloriarnos en la Cruz y sólo en ella.