Cabellos Gloriosos

Josué 14:10-14

Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años.11 Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar. 12 Dame, pues, ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho. 13 Josué entonces le bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad”.


La desvalorización de la persona por la edad es un fenómeno inhumano de la actual filosofía que dice: “Todo lo viejo es malo, hay que cambiarlo, solamente lo bueno, lo joven, lo moderno es lo que sirve y lo que hay que preservar”. Romper con el pasado es destruir la historia y los fundamentos mismos de lo moderno y reciente. Es increíble que se renuncie a aquello que precisamente ha dado origen a todo lo que tenemos. El culto al cuerpo ha hecho que a los ancianos se les tenga de menos valor, como un coche usado o una ropa zurcida. Es triste oír que ellos mismos aceptan resignados ese concepto social que ya no valen mucho sino para cuidar niños, hacer mandados y pasear el perro. En un afán de fingirse jóvenes se tiñen los pelos, los de arriba y los bigotes y la barba, como si las canas no fueran gloriosos cabellos. Y si se tornan seniles se les deposita en un asilo con la esperanza que no los pongan a caminar y se mueran pronto. A veces, el mal hijo y los malos nietos, a los abuelos no los quieren.


Hay un lugar donde los ancianos son utilísimos: la iglesia, dentro del pueblo de Dios. Caleb es un ejemplo y a la edad de 85 años considera que le queda un futuro por delante, y que puede dirigir una batalla contra el monte Hebrón y tomar la ciudad. Con ese propósito en su corazón, grande, noble, para su pueblo, se lanzó a la batalla y la conquistó. Esto tuvo que estremecer a la juventud e hizo sonreír ufanos a los demás viejos.


Es en contra de los deseos de Dios que nos sintamos viejos y acabando sin aún estarlo, a veces no teniendo ni sesenta años o no padeciendo alguna enfermedad. Un espíritu senil es opuesto a la fe; es diabólico porque puede estropear un gran plan que Dios tenga para el final de nuestra vida, porque a veces Dios ha dejado por alguna razón para el final el “vino añejo” que es el mejor. No hay que sentirse cerca del cielo estando lejos todavía, estar pensando en dejar este mundo cuando aún puede quedarnos muchos años de vida. Lo que no se puede hacer siendo viejo es cometer los pecados de los cuales se huyeron en la juventud (2 Ti. 2:22). Hay viejos sueños no cumplidos, muy acariciados y queridos, metas a las cuales nunca se ha renunciado.


Hay dos ancianos en el NT que demostraron no sentirse inútiles nunca, uno es Juan, que siendo anciano tenía mejor memoria que los más jóvenes Mateo, Marcos y aun que el doctor e historiador Lucas, porque recordó más que ellos los sermones de Jesús en su evangelio, que ellos sus señales en los Sinópticos; tenía buena salud y por eso se la desea a Gayo (3 Jn. 1:1-20). Si hubiera sido un viejo enfermizo escribiría más y viajaría menos, contrario a lo que hacía.

El otro anciano es Pablo (Filemón 8). Tenía su problema de salud, parece que una oftalmía purulenta, pero no se echó en un rincón como si no sirviera para nada, no se marginó, no se puso un lado, y si no usaba lentes para escribir, porque aun los espejos eran oscuros (1 Co. 13:12), tenía un amanuense a quien dictaba sus hermosísimas epístolas, o escribía “con grandes letras”. Caleb conquistó Hebrón a los 85; Moisés empezó su ministerio a los 80 y Juan escribió su fenomenal Apocalipsis, desterrado con casi 100. Pelea erguido, no incluyo a las damas, contra ese concepto social que las canas no son cabellos gloriosos.

Comentarios

  1. De acuerdo con las creencias del induismo, los ancianos deben ir a un lugar de retiro y esperar la muerte, " No Estorbar a los mas Jovenes " . Pero si JEHOVA habia dicho a Moises entren y tomen la tierra prometida, ? Por que habia que mandar a 12 espias ? . Solo Caleb y Josue vieron la promesa de DIOS , de manera que pienso que la verdadera razon de la VICTORIA de Caleb sobre Hebron , fue que su FE en JEHOVA era firme, y como siempre, JEHOVA estuvo con el, Caleb fue conservado en vida y salud para este momento, hay que observar que ya todos los que habian salido de Egipto habian muerto, ( Mayores de 20 anos ) . En esta historia la edad no es lo principal, LO BELLO , es la FE en JEHOVA , como EL paga a los INQUEBRANTABLES y como los guarda para alcanzar sus PROMESAS. Bendito sea JEHOVA y los que se aferran a EL.Quien mantenga su FE en JEHOVA , no vera el desprecio de los jovenes.

    ResponderEliminar
  2. Excelente artículo. Un gran llamado de atención a esta cultura occidental deslumbrada por la tecnología, por la eficiencia y productividad material, por una vida vertiginosa que no repara en atropellar, marginar, despreciar y dejar atrás todo lo que sentó nuestras bases como sociedad. Se desprecia la experiencia generando, como bien dice en el artículo, la desvalorización de la persona con la edad.
    Quiera Dios que este mal de los tiempos influya lo menos posible dentro de la iglesia y que, como cristianos, sepamos valorar y aprovechar la experiencia y sabiduría adquirida por tantos años de caminar con Dios de nuestros viejitos.
    Bendiciones.

    ResponderEliminar
  3. Gatopardo, gracias por leer mi artículo. Pensamos igual. Sentimos lo mismo. Por cierto has escrito muy bonito, o sea elegante, tu comentario. Saludos y gracia a ti.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Hiel de Betel, mal padre

Neginot y Seminit

El altar de tierra