Los que suben al pináculo de la iglesia
“9 Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; 10 porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; 11 y, En las manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios” (Lucas 4:9-12).
No se metan en una situación de riesgo pensando que Dios enviará a sus ángeles como socorro y todo saldrá bien. Los que suben alto, hasta el pináculo de la Iglesia, tengan cuidado el diablo no los eche abajo; en esos momentos cuando se hallen en la cumbre, arrodíllense y oren porque allá arriba soplan los vientos más fuertes que abajo, que en la vida del cristiano ordinario.
Nunca como antes deben ser prudentes y velar y orar que cuando se ha crecido en utilidad. Hay pasos a esas alturas que no deben dar, hay decisiones que no deben tomar, ni siquiera pensar en ellas; no hagan ningún movimiento que los saque afuera de la seguridad de la Iglesia porque caerán al vacío y no recibirán ningún angelical socorro por desobedientes. Al borde de una caída nunca deben permanecer. Eviten el desierto, la soledad ministerial, porque en ella pululan las espantosas visiones de la carne, del mundo y de Satanás.
Hay terrenos en las alturas religiosas que bordean los territorios de los dominios del diablo y cruzar esa frontera es un peligro, ya no habrá ángeles que los protejan, y la caída y los tropezones con las piedras será un destino casi seguro. Es decir que consiste en no acercarse al borde del peligro. En rechazar la oferta, y es el momento de retroceder porque casi siempre el diablo hace la proposición cuando ya es casi seguro que responderán afirmativamente y no podrán negarse. Aléjense.
No piensen que la fe les puede alcanzar para volar, tal vez tengan menos que la que necesitan y sus alas sean cortas o sin saberlo estén dañadas. No se enojen contra Dios si no envía su socorro porque serán ustedes los únicos culpables por no haber guardado las distancias. Mejor renuncien a esa altura si comprueban por experiencia que allá arriba hay muchos diablos; es preferible una dimisión sin haber cometido pecado que ser echado abajo deshonrosamente; las inseguridades financieras que se padecen por bajar las escaleras y decir adiós a las cumbres, salir honrosamente por la puerta del pináculo del templo, son menores que las que siempre acompañan al caer al precipicio, sin contar la multitud de hermanos y amigos que cuando oigan la explosión de vuestro testimonio se acercarán morbosamente para explorar, desencantados o furiosos, el cuerpo muerto.
Ir a la iglesia por amor a DIOS, no por obligacion, interesarse por sus cosas y hablar y hablar de DIOS, ilusionarse con DIOS y sus maravillas, observar la creacion y gozarse con lo que DIOS hizo, ver el amor de DIOS en la familia y en si mismo, pedir mas sabiduria y humildad,amar y comprender a los demas ; pero de PURO corazon , no aspirar a cargos ;pero si aspirar a la MISERICORDIA DIVINA, ese es el mas alto
ResponderEliminarEntre mas alto se sube, mas duele la caída amado hermano... ha de ser difícil para muchos de los que están en la cima el pedir perdón tras haber errado, sus corazones se engrosan y parece no dolerles el hecho de cometer un error o pecar. Miran por encima del hombro a aquellos que les amonestan y les arrojan lanzas como Saúl a David, insunuando "Quién eres tú para decirme eso a mí?"... Pero cuando Dios es El que hace caer, es cuadno no hay modo de renegar,ejjeje.
ResponderEliminarHermano amado, cree que tenga algo de improtancia el hecho de que "satanas" es quien LE LLEVO al pináculo del templo y no El Señor??? Dígame usted, que ya tiene más tiempo explorando estos terrenos de La Palabra de Dios.
Gracia y paz amado hermano...
(He propuesto en mi corazón "aborrecer" la fama y el ser conocido, puesto que sé que me es tropiezo)
¡Wow! ¡Qué excelente reflexión, querido hermano! Muy bien expresado y muy cierto.
ResponderEliminarSaludos afectuosos.
"A quien se haya dado mucho,mucho se le demandara"Lucas 12:48
ResponderEliminarEn el caso del Señor fue el diablo quien le llevó hasta el pináculo del templo; y quien lleva a un ministro hasta el pináculo de la iglesia es Dios por eso allá arriba donde soplan vientos con fuerza de galerna, tiene que hallarse de rodillas o las tempestades lo echan abajo. Las intenciones del diablo con los líderes de las iglesias es la misma, empujarlos, bambolearlos y echarlos abajo.
ResponderEliminarEl texto de Lucas 12:48, es apropiadísimo y nos recuerda la responsabilidad que tenemos en la administración de la gracia, para nosotros mismos y para otros; quizás por eso el Señor a algunos no nos deja subir demasiado porque no soportaríamos semejante altura sin mareos y caernos. Estamos hechos para planos Más bajos y las responsabilidades menos gigantescas. Cuatro abrazos para todos, grandotes como dirían Isa y Renton.
HErmosa aplicación hermano.... cuando una persona está en un lugar alto, y tiene "temor" a la altura, porque siente inseguridad y cree que puede caer, qué hace?? (Pasa más tiempo abajo, en el piso, de rodillas...) no así quienes se sienten seguros.... andan con toda pompa caminando... mas son más propensos a ser abatidos por los vientos... :D
ResponderEliminarGracia y paz a vosotros.
Hermano, ayúdeme a encontrar la entrada donde usted dice algo como "la verdad es que Dios nos sirve más a nosotros de lo que nosotros le servimos a El"...
Gracia a todos. :D
Lo siento hno. Huerta, se que lo escribí pero usando google no lo hallo. Si lo encuentro te lo digo. Bendiciones.
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