Es mejor ser un buen laico que un mal pastor
“Al entrar El en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que lo dejara acompañarle. Pero Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y cómo tuvo misericordia de ti” (Marcos 5:18, 19).
Jesús sabía que cuando los familiares vieran el cambio operado en él, y los vecinos lo mismo, podrían entusiasmarlo para que se convirtiera en apóstol, evangelista o predicador. Supongo que por eso le encargó que circunscribiera su auditorio a la familia, y que con ella tendría un rotundo éxito. Los hijos, la mujer, los primos, y si como Pedro, la suegra estaba por allí, también predicarle a ella. Fue preciso el Señor cuando le dijo “ve a tu casa y los tuyos”. No le dijo que fuera de puerta en puerta por todo el barrio o que izara un púlpito en la cuadra siguiente, ni que ingresara a un seminario y se hiciera pastor. Muchos pecados perdonados no implican un llamamiento al ministerio. Una gran conversión no implica un llamamiento al ministerio.
Algunos piensan enseguida que Jesús los llama por el impactante testimonio de salvación que tienen. Contemplan maravillados como la gente dice amenes y aleluyas cuando les cuenta cómo Jesús les quitó las cadenas, los sacó del cementerio y los llenó del Espíritu Santo, y se animan para estar todo el día y toda la noche contando eso, aconsejando al público y dándoles pistas de como reproducir la experiencia que él tuvo. Y hacen mal. Dios no los llamó para eso. Son otros los que tienen que hacer ese trabajo porque son ellos los que tienen vocación y llamamiento. No se debe convertir la conversión en vocación.
Jesús le dio la misión de predicar no a una iglesia sino a la familia; ¡y vaya, a todo el que quiera oírlo pero no con un nombramiento oficial de pastor! Hablarles a todos los que les interesen su cambio; y si es posible unirlos a la comunidad cristiana, que es la iglesia. Los grandes testimonios de conversión no son únicamente para el púlpito sino para la vida doméstica. El llamamiento al ministerio es otro distinto del de salvación. Fíjate en algunos graduados en teología y otras materias administrativas, condecorados por seminarios que no exigen llamamiento celestial, que salen a buscar una iglesia donde pastorear sin que Dios les haya asignado alguna. Hubieran hecho mejor siguiendo el consejo de ganar a la familia, y salvarla, y dar apoyo al ministro local que los bautizó porque, aunque es una frase tópica, es mejor ser un buen laico que un mal pastor.
Excelente el articulo Pastor. Dios le siga bendiciendo y le permita seguir compartiendo tan buenos articulos.
ResponderEliminarNo se le puede decir a buen Pastor que no sufra cuando ve el atropello que se comete en el nombre de DIOS. Las personas , deseosas de Dios, son confundidas y utilizadas , dandole de comer las cascaras de la DIVINA PALABRA . Siempre los mismos sermones basados en un versiculo gastado de tanto uso , entonaciones preparadas detras de un microfono , pulpito adornado con flores, buena iluminacion ,
ResponderEliminarEso espero y quiero amado hermano kquijada, por que Dios es misericordioso.
ResponderEliminarEs cierto Eduardo que la Divina Palabra permite una infinita variación en los asuntos y que no hay por qué repetirlos; aun los muy conocidos versículos iluminados con nueva luz por el Espíritu Santo dentro de la experiencia cristiana, siempre creciente, permiten enfocarlos con frescura. Y no se gastan, te lo aseguro. Dios le de gracia a tu inconformidad.
ResponderEliminarSiempre con Biblias nuevas, sin anotaciones, los tiempos de aquellos PASTORES con BIBLIAS tan deterioradas por el uso, con camisas baratas y corbatas domingueras, han desaparecido, hoy salimos del templo con el ombligo botado de tanto comer, con la boca seca de tanto hablar estupideces, y muy de prisa entramos al vehiculo en busca de toda la potencia del ACONDICIONAOR DE AIRE .
ResponderEliminarPastores que saben mucho de compras de propiedades, de universidades de los hijos, de decoraciones, de musica clasica, de sicologia, de mercadeo, de amistad dominguera, de buenos trajes, de fondos de retiros. De todo saben , pero no me ensenan de DIOS, me dicen que oran mucho por mi , me dicen y me dicen, me hablan mal de los catolicos, y de otros ; pero y de DIOS , ? Quien me habla ? quien me explica?
ResponderEliminarveo distancias entre ellos y yo , ellos son populares y yo resagado, sus ropas son elegantes y las mias no , sus carros son nuevos y el mio no, su casa es grande y yo vivo rentado, tal vez la bendicion esta en ellos y sus hijos y no en mi, ellos tienen seguro medico y yo no, dicen que saben mucha teologia; ? Pero , ? quien me ensena a mi ? quien ensena a mi familia? ? QUIEN ? QUIEN ?
ResponderEliminarEduardo, parece que has tenido malas experiencias con algunos pastores, o has visto algunos así; pero escribes que parece una generalización. Los hay, y muchos, de esos que a ti te parece que se han extinguido. Ellos son capaces, en el Espíritu, de edificarte,si los lees o les prestas un poco de atención. Son grandes hombres de Dios y las palabras que hablan son conforme al Señor .Dios te bendiga.
ResponderEliminar? De que sirve que se pierda todo ese conocimiento, ? / De que sirve saber mas ? Pienso que nadie sabe lo que tiene hasta que no lo pierde . En tus libros solo hay nuna pequena parte de lo que DIOS te ha dado . ? Pero y en nosotros , ? Que hay de ti ? . El mundo esta al reves , todos saben cuanta preparacion tienes, ? pero ? Quien te ayuda ? Cuantos te invitan ? . DIOS MIO, DIOS MIO.
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