Nuestras bendiciones como si fuesen reflejos de lo que merecemos
ENGAÑARSE UNO MISMO ROMANOS 2:1-4 “Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas, pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo porque tú que juzgas haces lo mismo. Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?”. Pablo ahora pasa a otro tipo de persona, no que sea completamente diferente de las que mencionó anteriormente, porque estas otras también son desleales, sin afecto natural, implacables, injuriosas, pero puede ser llamada otro tipo de persona cuando lo aparentan , son verdaderos artistas, maestros en el arte de la simulación, graduados en eso de fingir y hacer creer a los demás lo que ellos no son y pensar que aborrecen lo que no aborrecen y...