No cambian ni a un ratón

Juan 4.46-54

Jesús entonces le dijo: Si no veis señales y prodigios, no creeréis”. 

En realidad Jesús no quería que creyeran por señales pero aceptó esa clase de fe; los judíos siempre han pedido “poder” y los griegos sabiduría (1Co.1:22). Jesús por un tiempo ofreció esas credenciales para que creyeran en él (Jn.14:10-12), pero se disgustó con la incredulidad de los que ponían condición (Mt.17:17); el ideal de Jesús para obtener la fe es el conocimiento; la fe evangélica en ese sentido se halla más cerca de los griegos que de los judíos (2Co. 2:14; Flp.3: 8).  Sin que se deseche el poder de Dios, que los apóstoles usaron en sus giras. El evangelio estaba prosperando pero con señales y Jesús no quería eso. Los samaritanos no habían creído por señales (4:39) sino por un sermón. Los sermones sin contenido teológico no cambian ni a un ratón. 

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