No vivas sólo con gracia vieja
Levítico
25:18-22
“Cumpliréis,
pues, mis estatutos y guardaréis mis juicios, para ejecutarlos, para que
habitéis seguros en la tierra. Entonces la tierra dará su fruto, comeréis hasta
que os saciéis y habitaréis en ella con seguridad”.
El
Señor sabe lo que te ha de costar cumplir sus estatutos y él hará la provisión
para hacerlo posible; cuando te dispongas a cumplir con lo que te pidió
contarás con su bendición para que te sea fácil, ligera su carga (Mt.11:29,30).
Tendrás razones para no desobedecer a Dios, no te hará falta la desobediencia.
El pueblo se preguntaba ¿si dejamos de trabajar todo un año, qué comeremos? Y
la divina respuesta le llegó: “Cuenten con bendiciones adelantadas. Lo que yo
pido lo doy primero, todo lo tengo pensado”. No debiéramos sospechar jamás que
seremos olvidados y abandonados por Dios. Les dice “por tres años”; la solución
está en estas palabras: “Yo enviaré mi bendición”, y sería tan grande que de
ella podrían estar comiendo varios años. A esa gran bendición le llama añejas
(26:10). Son buenas Señor, pero no nos dejes de bendecirnos para que no vivamos
sólo de gracia vieja, de lo que un día nos diste. Renueva tu atención con
nosotros y úngenos con aceite fresco (Sal.92:10). Para cada cosa necesitamos
una gracia distinta, y una cantidad diferente.
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