Jesús, José y María salen al exilio
Mateo 2: 13-15
“13 Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. 14 Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, 15 y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo”.
Es Dios quien produce los impulsos de la emigración y le establece “el límite de su habitación”; fue él quien le dijo a José que saliera al exilio, porque la vida del Niño corría peligro. La providencia de Dios dirige la emigración de los pueblos, no sólo de los cristianos sino de todos. Eso no quiere decir que dirija las vidas de cada cual porque hay exiliados y emigrantes que se portan indignamente en los países donde han sido arrojados. Víctor Hugo dijo, “los volcanes arrojan piedras y las revoluciones hombres”. Las tiranías expelen creyentes.
José y María a fueron forzados por un insensato censo a viajar a Belén y ahora a huir del país por la persecución, porque Herodes pensaba que el cristianismo era un poder político que le arrebataría de las manos la hegemonía del país. W. Robert Goodfrey dice que “un soldado español en Los Países Bajos, observó unos años después de la muerte de Calvino que él, mejor se enfrentaba a un ejército entero que a un calvinista convencido que hacía la voluntad de Dios, porque el cristianismo reformado no es una religión inocua y débil sino un poderoso movimiento” (John Calvin, Pilgrim and Pastor, pag. 9).
1. Es Dios quien le indica el país y le señala el tiempo del exilio. El destino para José y su familia está determinado por Dios, y no es Siria, ni Persia sino Egipto.
Uno sabe para dónde va pero no el tiempo que estará. Y el tiempo del exilio nadie lo conoce porque el Señor no se lo dijo a José ni a María. Nadie sino Dios conoce cuanto tiempo ha de durar la vida de un tirano y el exilio de la población de emigrantes No son los deseos de los exiliados los que matan a Herodes ni producen el cambio político sino la voluntad de Dios. Salieron pero no sabían cuando regresarían, en un mes o en un par de años. Algunos emigrantes pasan mucho tiempo en el exilio y a veces no regresan nunca; y los llevan muertos después de 120 años para enterrarlos con los suyos en la cueva de Macpela.
Hagamos de esta postal de emigración una copia del exilio del Señor Jesús y su familia, y si nos parece muy difícil, tomemos la de José el hijo de Jacob. Este emigró contra su voluntad, sin embargo la Biblia dice que Dios fue quien lo envió a Egipto (Ge. 37); y todos los acontecimientos, uno tras otros, malos y buenos, incluyendo cisterna, cárcel, esclavitud y tentaciones sexuales, fueron dirigidos por Dios para que aquella salida del país no tuviera que lamentarla, ni él ni su padre. Tanto José y María como José el hijo menor de Jacob no regresaron manchados moralmente por la política y la cultura del país que los alojó. El Niño volvió para cumplir su ida a Jerusalén y el otro, a quien Dios enseñaba a soñar alto y huir de mujeres malas (Ge. 39), llegó a ocupar un elevado puesto en el gobierno y ser el salvador de la hambruna de su pueblo.
2. El éxito de la emigración consiste en contar con la aprobación de Dios.
Y no sólo en aprender el idioma (que es necesario), hallar un buen trabajo (que es una bendición) y disfrutar la nueva vida sino en temer a Dios todo el tiempo que ella dure, para regresar sin lamentar haberse ido. Los padres de Jesús siempre contaron con la aprobación de Dios mientras duró el exilio. Una vez en Egipto José tendría que trabajar, alquilar un sitio, y si fuera posible ahorrar para no volver a su pueblo con las manos vacías. Y le diría a su esposa al regreso, “ebenezer María, hasta aquí nos ayudó Dios, en nuestra entrada y en nuestra salida, sea el nombre de Jehová bendito”. El Niño no se cayó ni fue quebrado hueso suyo, y la madre se propuso no bañarlo en el rio Nilo, y ninguna plaga tocó su morada, ni la casa fue saqueada por ladrones que minan y hurtan. Del mismo modo hace Dios con sus exiliados, si se proponen no contaminarse con la cultura de faraón y no inclinarse en adoración ante sus becerros de oro, ni al resplandor de sus verdes dólares, euros, libras o pesos, y si escogen antes llegar e irse con “el vituperio” de su Hijo Cristo que con los tesoros de los egipcios (He. 11:26). Entonces puede que algún día Dios cumpla su promesa de retornarlos y diga, “de Egipto llamaré a mi Hijo”.
Wed, December 22, 2010 8:35:08 AM
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From: Eduardo
Muy bonitos tus comentarios PASTOR. Cuando salí de Cuba, pensaba que las mejores frutas del mundo eran de allá, las mejores playas también, el mejor clima, la mejor cultura, etc. Después de vivir en New York, junto a personas de diferentes países, entendí, me convencí, que estaba muy lejos de la verdad, conocí personas más inteligentes y mejores que yo, comí frutas de otros países , tan sabrosas como las nuestras, me he bañado en playas saladas como las de Cuba, y azules como el cielo, he aprendido costumbres de otras culturas que son mejores que las que traje, de manera, que el exilio, nos ha enriquecido muchísimo, en el exilio he aprendido a observar la Naturaleza, y he visto con mucha claridad, el amor de DIOS con nosotros, he conocido personas tan buenas , que me inspiran en DIOS, he conocido la bondad sin límites de personas de otros países, la comida peruana, o mejicana ( mi favorita ) he oído más de DIOS que en ninguna otra parte del mundo , he visto como el cielo y las nubes que pasan por Cuba, ya pasaron primero por otros países, por todo eso, MUCHAS GRACIAS a JEHOVA, hoy tengo ojos que observan, oídos que escuchan y boca que lo honra, solo necesito que mi corazón lo ame más, y mi mente se limpie para que el viva en ella.
Muy buen post hermano. Me encantó lo siguiente: "...uno no sabe el tiempo que estará", muy cierto. Mientras tanto, disfruto de sus reflexiones y aprovecho para desearle una feliz navidad y que el Señor en su misericordia le conceda un año 2011 lleno de su misericordia,bondad y mucho fruto en su servicio y unión de todos sus seres queridos.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno y afectuoso.
Humberto:
ResponderEliminarDel mismo modo hace Dios con sus exiliados, si se proponen no contaminarse con la cultura de faraón
Siento siempre una gran verguenza ante los hermanos evangélicos que vienen de América, por la depravación tan grande que existe en mi país, y especialmente en mi ciudad: Barcelona.
Siempre les advierto de no dejarse contaminar por todo el aJco (Jota intencionada porque así destaca que todo es muy ajquerocho...) que hay en esta ciudad.
Aquí está bien visto insultar a Dios, celebrar lo homosexual, no respetar a los mayores, ser disoluto en lo moral, etc...
Cuando con el tiempo mis hermanitos americanos de Ecuador, Perú, Colombia o Méjico me cogen confianza, siempre me dicen lo mismo, esta ciudad es peor que Gomorra y Sodoma.
Y es verdad, es peor.
Y mucho más poderosa.
17 Por tanto, SALID DE EN MEDIO DE ELLOS Y APARTAOS, dice el Señor; NO TOQUEIS LO INMUNDO, y yo os recibiré.
2 Corintios 6
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Eduardo, está bonito y certero lo que has dicho. Sólo puede hablar así un emigrante. Es cierto que las frutas de otros países son deliciosas, la comida ¡ni hablar! Y que las nubes que pasaron por Cuba también lo hicieron sobre otros países. Los que no comen a lo mejicano será porque tienen problemas con él estómago. Al que no le gusta el seviche peruano será cosa suya pero no del seviche. ¿Quién no ha oído hablar a los mejicanos sobre Méjico? ¡Con qué orgullo lo hacen! Méjico no tiene la culpa de esos delincuentes que a diario matan tanta gente, son esos tipos, y la droga que pasa por la frontera, y algunos del Vecino del Norte que hacen dinero vendiéndoles armas a ellos. Uno se molesta cuando en las películas norteamericanas casi siempre el papel de ellos es bufónico. ¿Son culturas inferiores? ¿Los premios Nobel, “los chilenos Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971); el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1967); el colombiano Gabriel García Márquez (1982); el mexicano Octavio Paz (1990) y el peruano Mario Vargas Llosa”? Ser diferente no es ser inferior, necesariamente. Propongo una medicina para las enfermedades de las culturas: Que se siembren más universidades y se planten más iglesias reformadas.
ResponderEliminarHola Isa, gracias por tus felicitaciones navideñas y afectos cristianos. Sí, uno sabe cuando sale pero no está seguro cuando ha de regresar. Tengo cuatro de los que recién hemos ganado para el Señor que temporalmente han vuelto al Salvador. Supuestamente vuelven en Marzo, a trabajar. Oro por ellos. Dios quiera que no pierdan su sabor a Cristo.
ResponderEliminarHola Renton, lo que dices de Barcelona se puede decir Miami. He vivido ahí. He visto South Miami Beach. Luces, comercios, risas y del mar un oleaje blanco que contrasta con la espumosa falta de vergüenza de muchos de sus transeúntes. Sin recato hombres con hombres se besan en la calle y mujeres con mujeres; y sin mencionar la droga, el alcohol, la prostitución, la ambición y el crimen. Y como vivo cerca de Washington conozco el North East y su bien ganada mala fama. Conozco el barrio latino y la corrupción que hay dentro. Cuando vi a Barcelona me pareció por fuera, como el D.C. pero con más siglos, historia y experiencia, muy bonita. Su gente elegante, risueña, comiendo afuera de los restaurantes, los ancianos con bastón, respetuosos, amigables, sentados en bancos en los parques. Y lo mismo, ¡a quien no le gusta la comida catalana! Todas esas cosas bonitas las miró Lot cuando bobamente fue poniendo su tienda hacia Sodoma. Y después de un tiempo las hijas se volvieron liberales, a la mujer se le iban los ojos mirando la ciudad y él empezó a llorar, viendo de modo distinto lo que a la familia le gustaba. Y me parece infantil las intenciones de montoncitos de creyentes regados por esas ciudades, cantando felices, palmoteando y diciendo ¡amén, aleluya, el Señor te bendiga!, y tocando escandalosamente una batería, dándoles golpes con furor a unos platillos de bronce, y al predicador semi ronco gritando más de los mismo en el púlpito. Creen que los sodomitas se convertirán mostrándoles un modo de vida feliz y unas cabezas, de Biblia, huecas. No son los cultos felices los que cambian ciudades sino estudios bíblicos interesantes, y por supuesto, un cristianismo impresionante. los frutos del Espíritu Santo aparecen en el NT mucho después de habernos instruido cual sería Su principal función, relacionarnos con la verdad.
ResponderEliminarQue conste en acta que he vuelto a aplaudir tu comentario con las orejas...
ResponderEliminarHumberto, te has dado cuenta de algo muy curioso que pasa entre muchos cristianos?
Si predicas ayudad al necesitado, trata al pobre igual que al rico y alejaos de las riquezas terrenales, los hermanos asienten tan satisfechos, que si no fuera por su papada, su barbilla tocaría el pecho.
En cambio, si procuras llevar a cabo acciones sociales que busquen ayudar al necesitado, garantizar igualdad de derechos entre ricos y pobres, y reducir el consumismo desenfrenado, esos mismos hermanos te tratan de comunista...
Voy a abrir una entrada al respecto, imagina si estoy impactao.
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Renton, quizás puedo interpretar un poco lo que te dicen. Tal vez porque esos mismos son los pretextos que usan los comunistas, muy buenos derechos, para engañar a la gente, tomar su voto de apoyo en las elecciones, ya que el de las armas ha pasado de moda y es inadmisible en el siglo XXI; tienen que asirse del poder por medio de la democracia. Una vez que atrapan el poder se acaban los ricos, nadie es rico porque todos se vuelven pobres, no reparten las riquezas como dijeron (mienten, siempre mienten), excepto los dirigentes del partido, los supremos que son poquísimos, los de abajo siguen miserables como los demás. Pero reafirmo tu posición cristiana y hasta opinaría que el NT se parcializa a favor de los pobres, y de los que tienen abultadas cuentas bancarias con dificultad logra entrar alguno por el ojo de una aguja. Ojala que sin hipocresías hubiera más partidos políticos influidos por el cristianismo. Seguro que hay hermanos entre ustedes que tienen una democracia, que ven el espectro de la amenaza comunista en tus cristianos esfuerzos sociales; y juzgado por alguien que ha vivido los dos sistemas, “el consumismo desaforado” no es tan malo como la miseria colectiva.
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