Prefiero estar equivocado con Jesús, si fuera el caso
Jon. 1:17 “Y Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches”. Cuando una mente secular lee esta historia piensa que es un mito, que no puede ser verdad, que es imposible que eso haya ocurrido en la historia de una persona, que quepa dentro del vientre de un pez, que no muera allí si es que se lo tragaron, y que lo vomite intacto. Es parecido a una serpiente o una asna que hablan, un hacha que flota, o un profeta que es levantado por un carro de fuego y llevado al cielo. Esas cosas los literatos las ponen dentro de la leyenda y del mito, pero son las realidades fantásticas de la salvación. Dios mismo, esa innegable realidad está allí, dentro de la irrealidad, en el cuento y lo que ellos llaman superstición. Ese es el mundo de la fe. El mundo del otro mundo. El bello mundo de la fantasía, la verdad y la felicidad. Sin esos llamados mitos el mundo sería más triste. Las experiencias de Jonás tienen que ver con la muerte y resurrección de Jesucristo. Su historia es tan e...