Fue una mala idea enamorarse de coros, solistas y comprar discos
Oseas 8:6-7
“Aunque
alquilen entre las naciones, ahora las juntaré, y serán afligidos un poco de
tiempo por la carga del rey y de los príncipes”.
“Comenzarán a debilitarse”
(LBLA); es una mejor traducción que “comenzarán a entristecerse”; y me parece
que es aún mejor si se traduce “comenzarán a disminuirse o disolverse”;
que por supuesto siempre lleva la idea que por la opresión del rey de Asiria y
sus impuestos, serán “heridos”, en número, económica y moralmente, haciéndose a
la vista de todos un pueblito insignificante; y eso ocurrió durante el reinado
asirio de Pul primero y Tiglat-pileser después. Y la desgracia les ocurrió
cuando alquilaron a los egipcios y otras naciones para desligarse de Asiria.
Fue una mala idea enamorarse de esa clase de fuerza humana, arcos, flechas,
vigorosos músculos y ágiles pies. Un dinero mal invertido o una renta
pecaminosa que no era de fe. Así se defienden las naciones, así se hacen las
guerras de los hombres, pero es una estúpida equivocación hacer lo mismo que
hacen ellos cuando se trata de golpear al diablo en la cabeza y combatir a los
principados y potestades del aire. Las cadenas hechas por Satanás no se
quiebran con fuerzas de hombres. Nunca serían libres ellos ni harían libres a
nadie haciendo la guerra de un modo equivocado.
En la debilidad de ellos estaba
la fuerza divina, el auxilio celestial cuando alzando los ojos arriba pidieran
socorro al Trono de la Gracia. Andan hoy los campamentos de los israelitas en
todas las denominaciones cristianas haciendo lo mismo, gastando bolsas llenas
de dinero en alquilar coros, solistas, directores de música y grupos famosos,
para ganar almas para Cristo y el diablo sentado en las nubes se sonríe
satisfecho por haberlos embaucado. El público viene y se deleita, aplaude y
compra CD’s y retorna igual excepto con más alegría. Y contratan jóvenes
destacados para que guíen, con el evangelio, a quienes no tienen experiencia, y
sacan a los grupos, y los llevan aquí y allá, y les dan programas de virtudes
sexuales, y recreaciones aéreas y acuáticas, en piscinas, juegos de bolos,
billares, bailes y campeonatos deportivos. Y muy poco se obtiene, el compañerismo
ayuda algo, pero no es suficiente para deshacerse de los poderosos pecados. Y a
pesar de la espumosa fama y el vertiginoso crecimiento numérico en algunos
poblados de Israel, medularmente la iglesia se diluye, se disminuye y se
debilita, porque los medios humanos no sirven para su eterno triunfo.
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