El diablo te dirá que no sirves para nada
"Sino
que así como hemos sido aprobados por Dios para que se nos confiara el
evangelio, así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios que
examina nuestros corazones".
¿Tú lees ahí que Pablo diga que es "un
instrumento indigno para predicar el evangelio? No, al contrario, dice que Dios
examinó su vida y la aprobó, un sentimiento de indignidad de nada le hubiera
servido para defender su ministerio ante aquellos que precisamente buscaban
faltas en su vida. Él se siente indigno en relación a su vida pasada no en
relación con su conversión, su redención, su justificación, con la fe en Cristo
(Efe.3:8 ;1Co.15:9,10). Eso es lo que el diablo nos quiere hacer creer y que lo
repitamos constantemente, que no valemos para nada, que no servimos, que no
somos útiles, que no vale la pena ser santos, que eso es inalcanzable. Si así
nos juzgamos ¿no nos enfermaremos? ¿No viviremos espiritualmente melancólicos y
vocacionalmente frustrados? Oh no, come y bebe que ya tus obras son agradables
a Dios (Ecl.9:7), no pienses tan mal de ti como si las gracias del Espíritu
Santo no hicieran diferencia. El diablo no pudiera evitar que Dios te bendiga
pero sí que no disfrutes esas bendiciones. ¿Es la indignidad una virtud? Claro
que no.
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