Por qué David cantó a todo pulmón
SALMO 9:1
“Mut-labén”,
con el artículo incluido significa “morir por el hijo”, y se piensa es el
título de una canción popular. Significa muerte. Que el músico principal le
ponga un tono luctuoso, o compuesto sobre la muerte de su hijo Absalón (2 Sa. 18:
33). Pero “el hijo” puede ser el mismo rey que fue declarado hijo de Dios en su
ungimiento, porque el salmo parece escrito cuando ha obtenido una victoria casi
total. De todos modos, ¡oh morir por el Hijo de Dios, Jesucristo! Este salmo
menciona varias veces a “las naciones” (vv, 5, 8, 15, 19, 20); y ese último versículo,
aunque pudiera traducirse “gentiles” (BTX), es mejor por el precedente,
traducirlo como naciones (RV).
Como es una
melodía luctuosa, mut-labbén, triste, y tiene que ver con sangre derramada por
los gentiles (v.12), pudiera tener como fondo de motivación alguna incursión
gentil dentro de las ciudades de Israel, y con las consecuentes muertes,
despojos, secuestros, por eso pide para esos filisteos, gergeseos, o cualquiera
que haya sido el ejército invasor, que por los “humildes”, los “pobres” tome
venganza (vv. 9, 12, 18). Y la hubo porque cometieron
la equivocación de olvidarse que la iglesia tiene un Dios poderoso, y que no borrarán
jamás su nombre glorioso (v. 17). Para David atacar a una aldea de su
territorio, gobernado por Dios, era atacar a Dios. El contrataque pudo ser
severo y exitoso y los atacantes murieron como atrapados en sus propios
consejos (vv.5, 15, 16), y fue tal la venganza, que Dios los borró del mapa y se
quedaron sin historia, (v. 6). Toda esa resonante victoria dio satisfacción y
aumentó la experiencia religiosa de los que habían orado a Dios para que “metiera
su mano en el asunto” (vv. 10, 12), y demostrara que su trono no había sufrido
perjuicio alguno (vv. 3, 4).
Los últimos
versículos contienen un mensaje dirigido a los pueblos cuya prepotencia ridícula
se les había subido a sus cabezas, y pensaron que esquivarían para siempre la
muerte, que se habían hecho inmortales, dioses bajados del Olimpo o alguna otra
parte. Tan ridícula asunción todavía
genera personalidades públicas así, que se ufanan por algún daño que le hayan
hecho a la iglesia, y tomado algún brillito de opaca fama, piensan que se
escribirá sobre ellos. Por alguna
corta escaramuza, ya imaginan que han contribuido a su decadencia y exterminio,
soñando que le pasará lo que para ellos está escrito, esfumarse con el tiempo. Pero
no es así. La iglesia se rejuvenecerá perpetuamente, y aquellos odiosos
envejecientes se tragarán sus bravuconerías. David durante la confección de
este “libro” pudo haberse hallado enfermo (vv.13, 14), o reponiéndose de
algunas heridas que les hicieran en la guerra, porque imaginarlo sin un rasguño,
cantando dulcemente poesías, y no como comandante en jefe junto a Joab, es
imaginar una ausencia que no tuvo realidad. Eso, imagino, es la causa actual, por
la cual, escribiendo, exalte el nombre de Dios como él mismo testifica, “con
todo el corazón”, a todo pulmón, a pesar que en un tono mut - labbén (v. 1).
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