Tomo la santa cena con hierbas amargas
EXODO 12:8
“Y comerán la carne esa misma noche, asada al fuego, y la comerán con
pan sin levadura y con hierbas amargas”.
Dios les ordena asar la carne cuando la costumbre de ellos era
hervirla en agua. La costumbre de los egipcios era comérsela cruda en honor de
Osiris. Sobre los panes sin levadura tomo la explicación más sencilla que era
por la prisa y no había tiempo para esperar que la levadura fermentara la masa.
También la levadura es un tipo de la corrupción, especialmente de la hipocresía
(1Co.5:6-8). No obstante ese asado significa los lentos sufrimientos de
ellos y del Mesías que poco a poco fue consumido por los pecadores. Las
hierbas amargas, lo mismo las amarguras de ellos sufridas en Egipto por
tan largo tiempo, y del Cristo. Se come a Cristo con hierbas amargas,
con arrepentimiento. Confesar nuestros pecados y admitirlos es como si nos
tragáramos la responsabilidad de nuestros malos hechos. Y debe ser comido en el
calor del Espíritu Santo, "asado"; ¿de qué te sirve comerlo crudo,
es decir sin el Espíritu? Quiero decir sin el calor del Espíritu Santo que hace
hervir el alma del lector. Los primeros discípulos, comieron la pascua y
tomaron la cena con amargura. Muy pocas veces penetramos dentro de la amargura
del Calvario cuando comemos el pan y tomamos el vino. Debiera ser más
solemne y menos festiva, porque aunque la alegría de la resurrección haga
olvidar la tristeza de la crucifixión y el entierro del Maestro, aquellos
momentos de ira, abandono, justificación y redención son los de la salvación.
El propósito de la ordenanza tiene que hacernos revivir esos sentimientos de
amor y la promoción en nuestros corazones de la eterna gratitud. Cristo es
nuestra pascua (1Co.5:7,8), que se come con reverencia y sin distracción como
suele suceder donde los elementos son tenidos simplemente conmemorativos.
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